La experiencia del hacer es la vida del teatrero y lo demostraron los dos grupos encargados de la apertura en la versión XXVI del Festival Internacional de Teatro del Caribe en la noche del lunes 14 de septiembre.
El cierre de la frontera venozolana impidió la venida de la COMPAÑÍA DANZALUZ del hermano país que debió inaugurar esta versión del Festival; en su lugar estuvo EVOLUCIÓN CIRCUS con una obra que plantea la búsqueda de la libertad, que está implicita en el diario vivir, una lucha para equilibristas sin derecho al vértigo.
La fortaleza de cada uno está en función de la competencia y también en la necesidad de entender lo sincrónico de los movimientos porque un milímetro más allá o más acá te hace deslucir el juego, porque debe haber espectadores que te observan y para ellos está una de las escenas que impactan cuando un ávido buscador de la verdad debe aprovechar para buscar esa verdad en libros, aprovechar cada segundo que la rutina de la vida le niega; debe leer colgado de un árbol, en el baño, en el transporte público. Lo meritorio está en el hecho que lo consigue sin perder la concentración.
Los personajes buscan la luz, sienten su poder y cuando la tienen en el puño a su disposición se elevan al cielo. Para volar debieron fortalecer cada músculo del cuerpo. La parafernalia juega con símbolos, unos sombreros verdes en un diálogo con la estética de lo femenino, capricho si se quiere, pero un sombrero no se pone de cualquier manera, igual que el esfuerzo que implica la disciplina de la lectura, del estudio, el tedio de los viajes y vagones donde te embarcan las dinámicas de recorridos inutiles llenos de sarandeos.
Foto Festicaribe ©Camila EcheverríaParece como si te movieran el piso, por lo menos a los tres integrantes de Evolución Circus parece agradarles la incertidumbre que se convierte en danza. Una francesa y dos colombianos llegan a Santa Marta con una propuesta de muy alto valor estético solo para interrogarnos: ¿Tienes la luz en el puño?
En contraste a la propuesta reflexiva del ensamble de EVOLUCIÓN CIRCUS, llega del territorio donde tiembla todos los dias , La Mesa de Los Santos en Santander, Eel Grupo LOS TRICICLOS NEGROS, emprendedores que por simple lógica entrenaron el sentido del equilibrio. Tienen la luz, la de la tecnología Led en manos de malabaristas excepcionales-recuerde que nacieron y se criaron en un lugar donde la tierra se mueve como gelatina-.
Cuando su propuesta llena de luz de colores de vitrina de dulces se convierte en un manejo del fuego que impacta por su elevadísima temperatura. El público presente siente la danza del fuego que cambia todo. Es la reacción de los espectadores y eso narramos para que se anime a seguir estos cinco días de Festival.
Lo más alucinante es concebir que una ciudad sin escenarios adecuados convierta cada fachada en una pantalla de sombras danzantes que nos traen historias de liberaciones posibles.
Dominar el fuego, la altura y saberle agarrar el paso al baile de la vida, no son metáforas, son montajes teatrales de la XXVI Versión del Festival Internacional de Teatro del Caribe.
Este martes a las 5:00 p.m. en la Plaza de la Catedral y simultáneo en El Parque de los Novios más grupos con nuevas propuestas.