La Novela de Guillermo Henrìquez Torres, Tè para Elisa. Obra ganadora de una Beca del Portafolio de Estìmulos del Distrito de Barranquilla y cuya presentación se hace en la noche del jueves 3 de marzo en Ciénaga en la sede de Infotep.
Sobre la obra literaria de «Guillo», como se le conoce en el mundo litrario del norte de Colombia y cuyo epicentro es Ciénaga, la segunda ciudad del departamento del Magdalena, está en el centro de Macondo -eso reclama él- desde el lugar con una aureola mágica que ahora es «slogan» de la promoción turística de Colombia en el exterior -se muestra como «Realismo Mágico»-
No solo está referenciada en la obra de Garcia Márquez, de Cepeda Zamudio, de Rafael Canevá Palomino, de Darío Torregrosa Pérez, de Fernando Denis, Carlos Payares, Clinton Ramirez; y muchos que nos disculparán por la omisión de sus nombres; o nacidos en su zona de influencia como Sevilla o Fundación; Luis Mauricio Rudolf Fontalvo de la primera y Venancio Aramis Bermúdez en la segunda. Estos dos últimos cuyas obras fueron publicadas por la Gobernación del Magdalena en su Colección Dorada.
Ramón Illán Bacca, samario escritor que ha tratado el entorno cienaguero como ninguno. este escenario de la creación literaria tiene un protagonista fuera de serie como es Guillermo Henriquez, todo un referente sobre los hechos históricos que han tenido a Ciénaga en el primer plano del origen de la vida y el poblamiento alrededor de ese gran santuario ecológico que es La Cienaga Grande de Santa Marta y que irónicamente debería llamarse la «Ciénaga Macondiana» por todos los problemas no atendidos con sabiduría en la formulación de políticas ambientales que estén cimentadas en lo cultural. La pesca y su cultura, su influencia en la nutrición que produce ese pensamiento profundo cuando se vive en un entorno natural por el que hay que pasar cuando se viaja por la costa colombiana.
Dicen que el epicentro del carnaval, varias danzas hoy emblemáticas del carnaval de Barranquilla; expresiones musicales como la Cumbia Cienaguera, el efecto en la música romántica del vallenato con la guitarra de Bovea y sus Vallenatos, la Fiesta del Caimán Cienaguero, Buitrago y su Festival…
La lista aumenta.
Luis Rafaél Gutierrez -quien representa la nueva narrativa para incentivar la lectura-
Ramón Ropaín – el piano más dulce del caribe, ese que pocos recuerdan–
Eulalio Meléndez
Víctor Salamanca….
Inumerables hechos históricos, hoy incorparados a la cultura popular y que tienen a un narrador por excelencia como Guillermo Hernríquez como protagonista vivo. Hoy justamente homenajeado en una amable invitación que formula La Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Ciénaga por medio del anterior Coordinador de Cultura de la Gobernación Victor Hugo Vidal, artista integral de la expresión literaria, pintor y dibujante- uno de los creadores e impulsores de la mencionada Fundación.
La noticia
No solo conocer el escenario del «Té para Elisa» cuyo entorno está rodeado de ese Realismo Mágico que no es cosa distinta a las realidades que hacen de Ciénaga un foco para entender los conflictos alrededor del banano, de la palma y del carbón, sino conocer a Elisa y el poder femenino que embruja y da aliento a la vida caribeña, a la costa en particular y a una zona relegada a un abandono perenne que ha permitido que de él surga el imaginario que cuando se visita nos muestra el abandono e indolencia del centralismo, el oportunismo del capital extranjero y sobre todo el símbolo de la resistencia que persiste en la memoria.
[intergeo id=»UDN1czM»][/intergeo]
Guillermo hace uso de unos recursos literarios que hacen del libro algo grato, como por ejemplo, el empleo de dos narradores: un anciano y un niño, que en realidad son el mismo. Todo esto y mucho más lo he comentado en una reseña que hice sobre su obra en la revista Huellas #99 de la Universidad del Norte. Os invito a leerla.
Una reseña publicada en Uninorte….Saludos