Después de los 80 años abandona Colombia, primera señal del emprendedor y gestor de su destino, se le cerraron las puertas en su país, su futuro le obligo a mirar más allá del horizonte colombiano.
Hizo escuela e impuso un estilo documental narrativo como sello del fotoperiodismo en la época del documentalismo gráfico en impresos. La Revista Cromos, El Espectador, El Tiempo y O Cruzeiro en Brasil. Nos abandonó un 25 de agosto hace 5 años y el 1° de septiembre cumple su primer centenario. Por ello las fotos de Nereo se despliegan en esta época. Republicamos una entrevista con él que sintetiza su historia; y esta nota pretende complementarla, porque todo lo manifestado entonces cobra vigencia.
La situación y la mirada de Ruth sobre miradas que asedian también la tuvo Nereo https://t.co/ndeLV9iqCT https://t.co/4LfmxuWNkQ pic.twitter.com/OfShXwkN6n
— Agenda Samaria (@agendasamaria) September 4, 2022
El 2020, Año Centenario de los máximos exponentes de la expresión trasgresora
Esto se palpa en los textos de su libro homenaje Saber Ver con textos, entre otros del curador Eduardo Serrano y de Jaime Abello Banfi ( Fundación Gabo en su nota conmemorativa ) que acompaña la publicación NEREO SABER VER, libro homenaje publicado en vida del autor, justo en el año de su muerte, en 2015 por La Editorial Maremágnum que ya había incluido imágenes de Nereo en su publicación sobre el Carnaval de Barranquilla y para cuyo lanzamiento vino a Colombia y se escapó a Santa Marta. Aprovechamos para registrar otro testimonio en su voz.
El Libro SABER VER, editado por José Antonio Carbonell Blanco con la asesoría editorial de Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo tiene imágenes de La Biblioteca Nacional de Colombia que administra este patrimonio cedido por Nereo antes de partir hacia Nueva York. Sabía en cuáles manos dejaba su legado y la divulgación acertada que la institución haría. Esta es la primera acción de un emprendedor que sabe cerrar ciclos y amarrar historias para su cabal comprensión.
EL LIBRO MÁS QUERIDO POR ÉL
Desde la zona de los tercios superiores y además zona de grises, parten tres líneas -las miradas indiscretas, cada una con su intensidad propia-
Estas líneas confluyen hacia una despampanante figura femenina vestida de un blanco intenso centrada en el eje de los tercios derechos, superior e inferior.
La calidad de las miradas refleja sorpresa para el más cercano, admiración inocultable para quien mira desde el centro y tiene el panorama más completo acompañado de la actitud más frentera de los tres impactados que reaccionan ante semejante presencia. Furtiva y recatada para quien no se atrevió a mirar de frente pero lo hace cuando ya la protagonista no pudo observar su reacción.
Otro reflejo de época, otra lectura nos habla de dos mujeres protagonistas: la una es la presencia y la otra observa solidaria…Refleja la moda y a Nereo siempre atento a las reacciones humanas, su principal motivación. Así son todas las fotos de Nereo y es por eso que este libro editado por fotógrafos, marca una vanguardia y lee la concepción que inauguró el sentido del Fotoperiodismo descrito por la Agencia Magnum como «Describir el mundo en términos visuales» y mucho antes que ellos, así lo plantea el prólogo del libro que hace Santiago Mutis.
El carácter de blanco y negro muestra la masa gris de la Bogotá que se asomaba al año 60 al que esta dama reta con su blanco deslumbrante en la escena callejera. Como si fuera poco, otra dama con atuendo tradicional oscuro y detrás de los protagonistas observa a los cuatro, quienes a su vez son observados por el fotógrafo. Cartier Bresson hubiera expresado ¡ Plof ! (una señal para los que leimos Condorito)
En charla con él en ese último viaje a Santa Marta, se expresó hablando en tercera persona: “Nereo siempre lleva su cámara consigo y reacciona ante lo que vé, toma la foto, no sabe para qué, pero cuando la necesita sabe que la tiene”. Había logrado la imagen que sería portada de su libro anhelado y la tenía guardada para ese momento.
Una segunda manifestación como emprendedor es en Nueva York cuando junto a Mario Picayo, otro fotógrafo cubano, quien venía apoyando a diferentes artistas latinos e hispanos que concretaron su producción en Nueva York y también también Nereo quien se integró al catálogo de la editorial Campana con artistas del caribe insular lleno de colores y contrastes: Puerto Rico, Cuba; Argentina, España; fotógrafos, poetas escritores teatreros y la obra del propio Picayo, una serie de libros que ilustran fauna, flora y manifestaciones culturales de esa colorida expresión.
El proyecto editorial de Picayo se constituyó en vitrina de lo latino y lo hispano desde el arte y la cultura en la gran manzana. Mario es visto como activista cultural, un libro suyo, Un viaje por el caribe de la A a la Z, bellísima obra ilustrada ha tenido el mayor despliegue y trascendencia sobre estas culturas y sus orígenes y que constituyen una ámplia audiencia, escenario nuevo para el gran Nereo, quien también lo vislumbró. En el mismo libro SABER VER, el curador Eduardo Serrano destaca la visión de Nereo sobre el destino de su trabajo, el gran público y no los intereses de los grandes medios que veían nuevos formatos visuales, allí Nereo se proyectó por encima de los medios.
Mario Picayo ya había conocido a Nereo y juntos, como auténticos emprendedores planean NEREO IMAGES FROM HALF A CENTURY / IMÁGENES DE MEDIO SIGLO. Ahí radica el mérito del libro, impecable edición en blanco y negro presentado por Picayo como editor, quien resalta que la selección de las sesenta y tres imágenes, de una gran colección representan la obra de quien ha cargado la cámara al hombro por más de 65 años de su vida. Se enfocaron en su país, en su nativa Colombia y en dos décadas, mil novecientos cincuenta y sesenta. La tipografía y diagramación son igual de contundentes, comenzando por la foto de portada titulada: “Miradas indiscretas en una calle de Bogota, foto de 1957” Una lección magistral de composición fotográfica planteada por Cartier Bresson como el “instante decisivo”:
EL PRÓLOGO DE SANTIAGO MUTIS
Continua con un texto de presentación del libro, todo un ensayo de Santiago Mutis, fechado en 2007 en Bogotá, ya Nereo sabía con cual texto presentaría su obra legado al fotoperiodismo colombiano como arte mayor. En él Mutis habla de las ideas semillas, las de Cortazar, las de García Márquez, sobre quien preparó una exposición fotográfica en 1999 que tituló “Yo solo quería contar un buen cuento” y que el gobierno colombiano cambió por el del “Colombiano del Siglo” exposición fotográfica sin crédito a los fotógrafos ni a los curadores… De ese talante es el texto introductorio de Santiago Mutis quien señala a Nereo como antecesor de la mirada que mostró al mundo Cien años de soledad, ese mundo ya estaba fotografiado por Nereo y menciona que pertenece a la tercera generación de fotógrafos colombianos. La primera de finales del siglo XIX retrató héroes de la guerra civil, expedicionarios europeos o episodios de la construcción del canal de Panamá. La segunda generación es la de fotógrafos de comienzos del siglo XX, quienes iban de pueblo en pueblo con sus pesadas cámaras de fuelle y cajón, o instalaban sus estudios para hacer las famosas postales-retratos en los principales centros urbanos de esa Colombia. La tercera generación , la de Nereo cambió el estudio y el caballete por la fotografía de calle y la vida al aire libre. La posibilidad de la instantánea con cámaras livianas y en esta generación enmarca Mutis a figuras como Reichel-Dolmatoff o el trabajo de los primeros “reporteros gráficos” como Fluoro Piedrahita, quien fotografiaba las huelgas de los trabajadores del petróleo,o el que presenciara los muertos de “la matanza de las bananeras” y que seguramente no sobreviviría para mostrarlo en la misma región donde había nacido Garcia Márquez y donde junto a Cepeda Samudio hicieron un cine denuncia sobre un hipotético fenómeno de contaminación nuclear en La Ciénaga Grande de Santa Marta. Nereo siempre estaba en el sitio de los sucesos. Concluye Santiago Mutis en su presentación del libro: “No hay tal vez en ningún otro fotógrafo tanta Colombia como en Nereo, una Colombia de vida en comunidad, que hoy se desgarra, “se moderniza”. Ese es el lugar que Nereo ocupa en nuestro profundo afecto y entusiasmo, y ese es su lugar entre los fotógrafos de América” Bogotá, marzo de 2007
La primera foto del libro es la de mayor significado para Nereo; son unos balcones de Cartagena en la calle de las damas y con esa foto se gana una importate distinción del mundo fotográfico de la época liderado por la marca Kodak: “Nereo was First Prize at the International Photography Contest sponsored by Kodak at the 1963 World Fair in New York”
La segunda foto sigue el guión de Picayo, lo plantea como un viaje e invita a disfrutarlo como tal. New York 13 de agosto del 2008 –
La sensación del observador es como un sentimiento de culpa por no haber visionado los Cruceros por el Magdalena, descritos por un romántico y emprendedor nato. Esta visión se desarrolla observando todo el contexto del río, Nereo miraba a la gente y la serie de fotos que siguen son un viaje a la realidad actual del Rio Magdalena.
Ese viaje finaliza por una biografía dictada por Nereo al ritmo de su memoria de nitidez fotográfica; revela los detalles claves de la proyección de su carrera: su relación con su amigo Eduardo Marceles Daconte, quien prepara ahora la biografía de Nereo y una gran Exposición para este 2020. En ese mismo apartado está Mario Picayo, quien lo entrevistó en su programa de TV Gente y Cultura y quien luego edita NEREO IMÁGENES DE MEDIO SIGLO. Al final del mismo, la biografía, dictada por él, registra lo que le movió la fibra, como la invitación de Marta Traba a exponer en el Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1964.
Este 1 de septiembre se cumplen 100 años del natalicio de Nereo López Meza, destacado fotógrafo colombiano del siglo XX. Para conmemorar su vida y obra, el Ministerio de Cultura declara el 2020: Año del Centenario de Nereo López Meza. pic.twitter.com/Z9FQGCytyM
— @mincultura (@mincultura) September 1, 2020
República de ColombiaMINISTERIO DE CULTURAResolución Número1266de 2020(13 julio de 2020)“Por la cual se declara el 2020:Año del Centenario de Nereo López Meza”LA MINISTRA DE CULTURAEn ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, y en especial las conferidas en la Ley 397 de 1997 y,CONSIDERANDO Que este año se conmemoran los cien (100) años del natalicio de Nereo López Meza, considerado un maestro de la fotografía, un hombre insigne del medio artístico/fotográfico en el país, y uno de sus más célebres exponentes en Colombia. Que Nereo López Meza, nació el 1 de septiembre de 1920 en la ciudad de Cartagena. Sus fotografías y su manera de construir y reconstruir la historia por más de 50 años lo convirtieron en un testigo visual de gran trascendencia. Su obra comprende retratos, paisajes, y múltiples elementos de la historia nacional, que hicieron diálogo con las creaciones de Gabriel García Márquez, Gonzalo Fuenmayor, Álvaro Cepeda Samudio, Alejandro Obregón, entre otros.Que sus imágenes han hecho parte de numerosos libros, revistas y periódicos nacionales e internacionales. En 1968 fue el fotógrafo oficial de eventos de gran envergadura como la visita del Papa Pablo VI a Colombia y la entrega del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez en Estocolmo en 1982. Que López Meza es considerado uno de los fotógrafos más importantes del país entre los siglos XX y XXI. Entre 1996 y 1998, el fotógrafo entregó a la Biblioteca Nacional de Colombia más de 100.000 negativos y cerca de 20.000 diapositivas que dan cuenta de su trabajo.Que estuvo en las cárceles, ríos y entierros para contar la historia de Colombia del siglo XX y XXI, alcanzando reconocimientos especiales con su trabajo de fotógrafo y artista. Sus fotografías revelan una sensibilidad especial y de prolija sensibilidad artística. Que recibió innumerables premios y distinciones a nivel nacional e internacional por la fuerza y el lenguaje tan propio de sus imágenes. Que en el año 2002 recibió el Premio Nacional Vida y Obra del Ministerio de Cultura.
2020 Año de Nereo Lopez Meza (Ver resolución Mincultura)
Un detalle clave (en inglés)
¿Que hace una buena imagen? Kim Beil teaches art history at Stanford University
¿Cómo se ve a Nereo?
Santiago Mutis Durán
A scenario to read Nereo López (photographer)
Escritor, crítico de arte, autor de diversos libros y director de las revistas: Desde el Jardín de Freud, Palimpsesto (Universidad Nacional de Colombia) y Conversaciones desde La Soledad (arte-ensayo-poesía-ciudad y política). Tutor de la Maestría de Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia) (Ver)
Nereo López: retrato de un siglo 070
Más lecturas…
Semblanza de Alberto Salcedo Ramos
La imagen fotográfica de Nereo López –
Eduardo Márceles Daconte
Escenario para leer a Nereo López (fotógrafo)
Nereo López: El fotógrafo colombiano que no se quería enrrutinar
ArtsCollegium
Nereo López visita la Biblioteca Nacional / Entrevista https://t.co/y0avuYfqm1 a través de @YouTube
— Agenda Samaria (@agendasamaria) September 1, 2020
100 años de Nereo López, el historiador visual de Colombia https://t.co/ovMBV4NoQO a través de @elcolombiano
— Agenda Samaria (@agendasamaria) September 1, 2020
De Nereo López a García Márquez: fotografías de un universo macondiano https://t.co/tqFXyNwBO9
— Agenda Samaria (@agendasamaria) September 1, 2020
Nereo López en su luz secreta https://t.co/TJFjO5HX1P a través de @ElUniversalCtg
— Agenda Samaria (@agendasamaria) August 31, 2020
Jaime Abello Banfi
Una fiesta que evoluciona – Carnaval de Barranquilla
27 de febrero de 2011 a las 15:35
Una fiesta que evoluciona
Por: Jaime Abello Banfi
Prólogo del libro “Carnaval de Barranquilla. La fiesta sin fin” (Barranquilla, 2011), publicado por la Fundación Carnaval de Barranquilla, con la dirección editorial de José Antonio Carbonell Blanco (Editorial Maremágnum)
¡Excelente artículo! Muchas gracias por compartirlo. Realmente ponderar sobre el impacto de este mítico artista de la fotografía periodística, es muy actual. Nuestro mundo en constante cambiamento se relativiza delante de las sagas de creadores como Nereo López.
Gracias Agenda Samaria, como siempre, acercándonos a la cultura.
El Gran, con G mayúscula, fotógrafo de su tiempo, en su momento uno de los 10 grandes del fotoperiodismo mundial, quien solo era guiado por su conciencia, mostrando el mundo que desde su corazon veia; personaje muy humano, recto como el hilo de una plomada. Para el país lagarto su gran defecto fue la honestidad de su visión, por eso, a pesar de un merecido reconocimiento internacional, debido a la indiferencia por parte de la «intelligentsia intelectual» nacional, por ideológicamente no hacerle los mandados a nadie, para con eso estar » en la pomada» abandona el país en busca de nuevos horizontes, pero queda su obra, fresca, elocuente, que nos conduce a través del país real, el de todos los días, todos los dramas y alegrías, mostrando la realidad, pero negándose a caer en la pornomiseria, su obra es eterna, atemporal, siempre vigente. Donde te encuentres hoy, como fotógrafo solo tengo una cosa que decirte, para mi fue un enorme orgullo conocerte, como ser humano, un honor ser tu amigo.