31 obras con varias series como ‘Palacio de la memoria’ que está hecho sin planos, convertido así en un lugar que solo da pistas, es una forma de hurgar en los recuerdos, de espiarse a uno mismo, de intentar descifrarse: “La memoria es de pistas, de ideas, de ráfagas. No te lleva a ningún sitio, nunca sabes bien dónde estás. Lo que ofrece el cerebro son puras pistas. Tanto es así que hay gente que recuerda cosas que no hizo —se ríe—, es así de loco el asunto de la memoria. Todo el tiempo estamos jugando en un no lugar”, dice el artista.
LOS JARDINES
Sobre la serie ‘Héroes’ afirma el artista que “ahora son fantasmas nuestros héroes, su celebridad está agotada. Hoy son desconocidos sus gestos, son insignificantes sus hazañas, hoy son infinitos el anonimato, la piedra y el metal”.
La muestra también se comparte la serie ‘Metonimias’ donde pareciera que los árboles dieran su respuesta geométrica a la austeridad circundante, réplica magnífica al gris de la ciudad abandonada.
En lo que corresponde a la serie ‘Restauración’ entiende que la decadencia deja un rastro permanente, que el abandono es apenas maquillable.
Cierra la serie ‘Estadios de Santa Teresa’, “Encontré el esplendor en la epifanía, como arañas doradas escalando los muslos”.