Así fue reconocido recientemente en Barranquilla donde asistieron directores y expertos en el tema de los museos del mundo durante el IV Seminario Internacional de Museos.
El fortalecimiento y la renovación de la colección del Jardín Botánico de la Quinta de San Pedro Alejandrino, fue destacado durante el IV Seminario Internacional de Museos, realizado en Barranquilla, organizado por el Parque Cultural del Caribe, donde se debatió la evolución de los museos de la región.
Directora del Museo Bolivariano -Sostenibilidad Ambiental y Paz-
Durante su intervención la Directora de la Quinta de San Pedro Alejandrino y el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, Licenciada Zarita Abelló de Bonilla destacó que la consolidación del Jardín Botánico en predios de este sitio histórico ha permitido fomentar un espacio dedicado a la preservación del medio ambiente, por representar para la ciudad de Santa Marta un verdadero pulmón.
El reto conjuntamente de ese encuentro de museos del Caribe era intercambiar experiencias internacionales y nacionales cuyas lecciones fortalecieran iniciativas de representación de las identidades del Caribe colombiano. Asimismo, reflexionar sobre el papel de los museos del Caribe Colombiano en las estrategias de integración regional.
Al respecto de su intervención dijo que el Jardín Botánico –idea concebida desde los años 60 por el botánico magdalenense, Rafael Romero Castañeda- Quinta de San Pedro Alejandrino compartimos con los asistentes que es uno de los más jóvenes de Colombia, pero a su vez uno de los más activos a nivel de la Región Caribe, logrando incursionar en el campo de la investigación, preservación y protección de nuestra flora y fauna.
“El Jardín nació en cooperación con la Universidad del Magdalena, cuyo apoyo irrestricto fue valioso para su fortalecimiento, partiendo de una amplia muestra representativa de la vegetación de esta zona es una reserva ecológica que brinda al visitante la experiencia de una inmersión directa en la naturaleza propia del área de la Sierra Nevada de Santa Marta”.
Más de cien especies de árboles, arbustos y plantas entretejen la reserva natural como fragmento de la vegetación nativa. “Poseemos en el Jardín Botánico con valiosas especies maderables, como caoba y roble morado, que tienen aquí semilleros, cuidadosamente preservadas, se cuentan con diversas colecciones: centenaria: cactáceas, palmetum, maderables, ornamentales, bosque de galería, especies amenazadas y fragmentos de bosque seco”.
Refugio que encuentran estos animales, como una alternativa que acogen para su hábitat, algunos por temporadas, otros permanentemente, “es fácil observar iguanas y ardillas, que han hecho de este paraje su lugar de anidamiento. También es paso obligado de muchas aves migratorias. Aquí, residen más de cuarenta especies de aves predominantes de nuestro ambiente en el Caribe colombiano como: colibríes, loros, pericos, mirlas, toches, carpinteros, maríamulatas, búhos, barraqueros, gavilanes, entre otras especies”, comentó la Licenciada Zarita Abelló.
Trabajos de investigación
De la mano con la comunidad, se diseñan estrategias que estimulan conductas de entendimiento con el entorno natural, permitiendo conocer el compromiso que todos tenemos de su preservación. Recordó que es coherente a esa misión ya que se ha trabajado alrededor de la creación de bancos de germoplasma con especies útiles de la región, teniendo en cuenta los reportes suministrados por el Instituto Alexander von Humboldt, para la conservación de estas, cuya información es replicada a los visitantes, estudiantes y público en general para que conozcan de ellas.
Resaltó la importancia que éste integra la Red Nacional de Jardines Botánicos de Colombia, contando con el reconocimiento del Departamento Distrital del Medio Ambiente (DADMA) de Santa Marta; las colecciones, además, están registradas en el Instituto Alexander von Humboldt.