ECONOMÍA Y EMPRESA EN EL CARIBE COLOMBIANO: Exportaciones de carbón, crecimiento económico y desarrollo social de los departamentos del Cesar y La Guajira (1976 – 2012)
Resumen
- Etna Bayona
El propósito de la tesis, cuya autora es Etna Bayona, economista y docente de la Universidad del Magdalena, es analizar el impacto de las exportaciones de carbón en el crecimiento económico y en el desarrollo social de los departamentos del Cesar y La Guajira, Colombia, entre los años 1976 y 2012.
En la primera década del siglo XXI, en el Cesar y La Guajira cerca del 98% de sus exportaciones son de carbón y el 46% de su PIB se concentra en la producción de este mineral.
En Colombia, el carbón se ha consolidado como el segundo producto de exportación después del petróleo. La actividad extractiva genera cuantiosas regalías a municipios y departamentos, que si bien han fortalecido sus fiscos locales, también han incrementado las posibilidades de despilfarro y corrupción en las entidades territoriales subnacionales.
Un balance de la economía del carbón térmico en el Caribe colombiano muestra la organización de un mercado oligopólico. En la primera década del siglo XXI, tres empresas multinacionales concentraban más del 90% de la explotación de carbón: Carbones del Cerrejón, Drummond (norteamericana y en menor medida japonesa) y Glencore – Xstrata (suiza). A su vez, el consorcio Carbones del Cerrejón lo conforman las multinacionales BHP Billiton (anglo-australiana), Anglo American (anglo-sudafricana) y Glencore – Xstrata.
El boom minero colombiano ha reflejado su papel dominante no solo en la participación del PIB, sino también en su importancia en la generación de recursos para las finanzas públicas de los entes territoriales subnacionales. Sin embargo, el sector carbonero como detonante del desarrollo económico y social de la región Caribe ha sido fuertemente cuestionado, al no generar suficientes encadenamientos con el resto de la economía y porque su aporte a las finanzas públicas no ha sido trasladado con éxito a los proyectos sociales. Lo anterior ha contribuido a que la región Caribe en su conjunto se haya rezagado en términos de su desarrollo económico y social con respecto a otras regiones colombianas y al país en su conjunto.
Los recursos por regalías no han sido administrados de una forma eficiente, por lo que no ha mejorado el nivel de desarrollo de estos entes territoriales respecto a otras regiones del país. En estos departamentos se ha dado una mala utilización de los recursos de regalías, hecho que confirma los informes de la Contraloría.
El aporte de la minería a la generación de empleo no evidencia cambios significativos. En el Cesar, entre 1973 y 2005, la minería no ha pasado de representar menos del 1% del empleo departamental. En La Guajira, en 1964 la minería aportaba el 2,3% del empleo y cuatro décadas después pasó a representar cerca del 3%.
De otra parte, también se analizaron los cambios y posibles aportes de las explotaciones de carbón sobre el desarrollo social de los departamentos y municipios del Cesar y La Guajira.
También se calcularon los indicadores de pobreza antes y después de iniciarse las explotaciones mineras. Entre 1973 y 2012 la población en situación de pobreza, medida por NBI, aumentó en la región Caribe colombiana. En el caso de los dos departamentos mineros, la proporción de pobres también ha ido en aumento. En resumen, las economías mineras del Cesar y La Guajira experimentaron una fase expansiva, desde el inicio de la explotación del carbón térmico. Sin embargo, el auge producido por este sector no ha logrado reducir de manera considerable la pobreza estructural de su población.
El presente estudio es pionero en estimar un Indicador de Desarrollo Humano – IDH. para los municipios del Cesar y La Guajira. Ello permitió observar que en promedio los municipios de los dos departamentos estuvieron alejados del IDH de Bogotá – ciudad con mejor índicador – en más de cuarenta puntos porcentuales. Estos datos sugieren que la minería de carbón a gran escala no ha impactado positivamente en los indicadores sociales de estos departamentos.
El enclave minero de la región Caribe colombiana, a su vez hace parte de un cluster internacional de commodities energéticos de empresas transnacionales, que se han expandido con el desarrollo de economías de escala internas y con la conformación de clusters en sus países de origen. Por su parte, la economía minera del Caribe colombiano participa de este cluster internacional sólo como proveedor de materias primas. Es esta inercia la que deben romper los dirigentes y empresarios, tanto regionales como nacionales. Es necesario formular las bases para pasar del enclave minero-exportador al cluster o distrito minero-portuario del Caribe colombiano, que genere mayor desarrollo económico y social en la región donde se explotan los recursos minerales.