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Los sueños, cuando son colectivos y simultáneos están concretando anhelos; lo que sigue es un Festival de Jazz con receta samaria.
Todas las fotografías © @agendasamaria
Imágenes en el concierto previsto para el 1 de Octubre y que se aplazó por razones climáticas (Mateo el huracán que nos zarandeó) se presentó este 15 de octubre en el Teatro Cajamag ‘Pepe Vives Campo’ se presentó con su agrupación musical armada con «talento local» para lograr un ensamble perfecto y único.
Kent Biswell, artista colombiano que puso en escena toda su experiencia y trayectoria interpretó con su grupo algunas de sus creaciones e incorporó en clave de jazz temas de Bosa, Bolero y algo de Latin Jazz, -la línea que viene imponiendo BarranquiJazz desde hace algunos años-.
Su propuesta de traer a los músicos de Jazz a Santa Marta sigue caminando en intención y cuando se concrete seguramente permitirá brotar del creativo talento musical regional y el ejemplo lo da el reciente Festival de Jazz de Mompox .
Preparamos un completo informe sonoro para completar este registro…. (Esa misma noche del 15 hubo dos festivales en distintos lugares de la ciudad: parque de Bolivar con Rock y playa de Salguero en lo que la Administración distrital ha descrito como un éxito total; lo cierto es que esa noche los visitantes en el centro Histórico se peleaban un lugar en los restaurantes, bares y tabernas de la ciudad.
A propósito de ello, a los señores transportadores no se les ocurre implementar rutas nocturnas para satisfacer una demanda de movilización que existe en los barrios para disfrutar también la oferta cultural del centro, entre otras desestimulando el uso del vehículo privado que congestiona y se suman los carros de turistas en busca de parqueaderos.
La otra tendencia apunta hacia crear otros polos de vida nocturna, tanta gente no cabe en el centro.
El esparcimiento requiere comodidad y seguridad, estrategias de planeación y control reales para entender la cultura del servicio, individual y personalizada es una maravilla, pero como estado natural de vivir la experiencia colectiva deja mucho que desear.
