El Espectador titula: “La sequía y oscuridad”
No concebimos una temporada de fin de año sin la tradición de la luz. Este año por los síntomas que vemos será “una amarga navidad” y deberían erradicarse las ventas de luces y tratar de que la temporada oscura sea el mecanismo para tomar conciencia ambiental sobre el derroche de energía